La psicoterapia

FAGUS proviene del griego antiguo phēgós (φηγός) que significa ‘tipo de roble’.

En Fagus vemos la psicoterapia como un proceso de crecimiento. Un crecimiento lento pero seguro como el de un gran roble.

Por diversas circunstancias, las personas llegan a psicoterapia como pequeñas semillas, encerradas tras un duro caparazón. Esta cápsula les ha servido para protegerse de situaciones dolorosas y seguir adelante, pero esa forma de vida ya no es válida para ellos.

Es entonces cuando juntos ponemos a germinar esa semilla. Nuestro centro es la tierra húmeda y cálida donde podrá ir abriéndose con sumo cuidado y protección. Al principio, el brote es débil y frágil, abrirse paso entre la arcilla y las piedras puede ser costoso, pero su enorme potencial le dará las herramientas para hacerse camino. El terapeuta está a su lado en todo momento, asegurándole el agua, la luz y la guía que vaya necesitando, pero será el pequeño brote quien decida el ritmo y la dirección.

Aunque llegarán tormentas, vendavales y hasta sequías, el brote se irá haciendo más fuerte y firme. Y el día menos pensado, cuando casi no recuerde por qué empezó este proceso, se habrá convertido en un hermoso roble grande y fuerte, que nada tiene que ver ya con aquella semilla que se protegía tras su caparazón.